viernes, 5 de agosto de 2011

Estas son nuestras armas...



A los del 15M se nos acusa, de manera continua, desde el gobierno y desde los grandes medios de comunicación, de que hacemos violencia, de que violentamos las cosas. Pero esta artera acusación, a cuenta del intento de nuestros compañeros y compañeras de Madrid de manifestarse en Sol, es completamente falsa. Basta pasarse por las propias manifestaciones, donde pueden verse claras actitudes y pancartas en apoyo de la No Violencia, o darse un paseo por los videos de youtube para comprobar las actuaciones de una policía que ha empezado a recibir órdenes de cargar sin contemplaciones y sin motivos. El gobierno y los poderosos lo harán todo por criminalizarnos y sacar adelante sus muchas, duras y ruines medidas antisociales. Estamos preparados y preparadas. No dejaremos que se abata a palos la dignidad del pueblo. A los que intenten hacerlo les haremos pasar, más tarde o más temprano, por los tribunales de Justicia, lo mismo que  han hecho en Túnez o en Egipto. Impedir las manifestaciones, represaliar, amenazar, etc., desde las instancias gubernamentales, es un asunto de extraordinaria gravedad.

En Jerez, este pasado viernes día 5 de agosto por la tarde los del 15M salimos a hablar con la gente, por el centro de la ciudad, a solidarizarnos con nuestros compañeros de Madrid. Fuimos casi en silencio, agitando nuestras manos, diciendo solo esto: “estas son nuestras armas…”. La gente, de manera sencilla, o nos sonreía, o agitaba las manos con nosotros, o nos decían: bien, seguid, adelante. Está claro que nosotros no somos los violentos. Lo demostramos continuamente con actitudes cívicas y democráticas impecables. Los violentos son, más bien, los que han programado fríamente el paro y pretenden dinamitar, con impunidad, la dignidad de las personas.

Sí, el 15M es una insurrección popular en toda regla; sí, el 15M pretende cambiar el sistema; el 15M busca conscientemente cambios profundos en la política, en la economía y en la sociedad. Basta de corrupción política, basta de que los bancos manipulen los parlamentos, basta de trasvasar dinero público a manos privadas, basta de machacar a la gente quitándoles el trabajo, las viviendas y el pan. Los violentos, sin ninguna clase de dudas, son los que están arrasando con los Derechos Humanos. Los vamos a parar con nuestras únicas armas: nuestras manos alzadas. Ellos ya lo saben, por eso ordenan las cargas policiales y programan la represión. Quieren que sintamos el miedo, están deseosos de que reaccionemos bruscamente, razón por la cual han empezado a usar  peligrosas y conocidas artimañas de disuasión.

Ha llegado el momento de redoblar todos nuestros esfuerzos. Adelante. Los de arriba no son nada si no les apoyamos. Sabemos bien lo que hacemos y no perderemos la calma ante sus viejos trucos.