domingo, 16 de septiembre de 2012

Esta 'crisis' está favoreciendo el militarismo.

En 1996 escribí un breve sobre pacifismo en la revista Viento Sur y en otra revista, en el año 2000, también escribí un pequeño artículo sobre la Marcha a Rota como proyecto social por la Paz y el Desarme, y aún uno más (2001) dando cuenta de la militarización de Andalucía, etc.. Fueron pequeñas colaboraciones, escritas sobre el terreno y con la premura de quien anda en la un tanto estresante militancia por la Paz, que envié entonces a aquéllas revistas y libros para poner un granito de arena en la promoción del movimiento por la Paz ante la creciente militarización del estado español que la entrada de España en la OTAN nos trajo.

Ahora, al cabo de unos años, releo aquellos rápidos escritos y compruebo -teniendo en cuenta todo lo que ha continuado cayendo…- cuánta necesidad tenemos de insistir más, hoy, desde el movimiento por la Paz, en la exigencia ciudadana del NO A LA GUERRA. La capacidad de destrucción de la OTAN  continúa en aumento exponencial a lo largo y ancho del planeta; otros graves conflictos armados, como en Libia o en Siria, han tenido y tienen lugar en estos tumultuosos años; la situación en Palestina/Israel no ha mejorado; hay amenazas de una nueva guerra de EE.UU. contra Irán… en el estado español los gastos militares no cesan de crecer [incluso en tiempos donde las necesidades sociales son extraordinariamente graves], etc.

No veo a las organizaciones sociales, en estos momentos, apostar fuerte por la Cultura de Paz y por las demandas ciudadanas de Desarme y Desmilitarización… Por supuesto, la Paz no ha dejado de estar en los argumentarios de toda la izquierda durante estos años, sobre todo en 2003 cuando el PP nos implicó en la guerra de Irak, pero ahora que estamos atravesando este grave período de crisis creo que se requiere subir más el listón del compromiso y reclamar también, además de denunciar los recortes sociales, el Desarme y la Cooperación. Las conexiones entre la crisis y las guerras, como entre la crisis y la degradación del Medio Ambiente o la crisis y los valores antidemocráticos, son muy directas. Para estos casos, la Historia nos enseña que no debemos cejar en nuestro empeño de promover y asentar las bases del Desarme, la Paz y la Cooperación Internacional; razón por la cual no podemos olvidar (aunque ya los mass media nos oculten estos asuntos) cuestiones de tanta relevancia como, por ejemplo, la amenaza atómica a la que Zapatero y Rajoy nos han apuntado al dar el visto bueno al “escudo antimisiles” en Rota.

Quizás a fines de octubre de 2012 tenga lugar la XXVII edición de la Marcha a Rota. Todas las organizaciones sociales debemos repetir, pero con más energía política que nunca, un mensaje sencillo, claro y -en estos tiempos- cabalmente revolucionario: NO A LA GUERRA.

Al primer artículo (1996) que mencioné arriba se puede acceder por aquí (págs..14-17 del pdf):


Y al segundo (2003) desde aquí:


Y al tercero (Anuario de movimientos sociales. Participando en la Red; 2001) desde aquí: